Últimamente, veremos cada vez más el debate de si la IA terminará siendo un sustituto del ser humano en el trabajo o un «add-on» para potenciarlo.
Más allá de las postura más tecno-positivista o tecno-pesimista, pienso que probablemente se den ambos casos. Dejando de lado el primero, que es inevitable (otro día hablamos de escribas, caballos…). El segundo, que probablemente se dé antes, tiene algunos planteamientos sobre qué beneficio queremos que tenga sobre nosotros de forma individual y como sociedad. Es algo a lo que le doy vueltas últimamente:
☝️ Si un trabajador que utiliza IA es capaz de aumentar su productividad por X, pongamos que 2X, y por lo tanto llega antes o con menos esfuerzo a sus objetivos actuales.
📌 Por un lado, podríamos pensar en reducir la jornada laboral a la mitad (manteniendo el salario) y así disponer de más tiempo libre, una mejor conciliación familiar… Ya que se necesitaría dedicar menos tiempo.
📌 Por otro lado, podríamos pensar en trabajar el mismo tiempo y aumentar la productividad esos 2X, lo que permitiría bajar costes, con lo que se podrían bajar los precios para ser más competitivos y hacer más asequibles esos servicios y productos.
Ambos puntos tienen bastantes pros y contras, pero para resumirlos:
📌 El primero mantendría esos productos o servicios más en el valor actual, con lo cual la democratización de esos servicios y productos seguiría el ritmo actual y, por lo tanto, menos gente se beneficiaría de ellos. Además, si aumenta en exceso el tiempo de ocio de todos, ¿habrá espacios y servicios suficientes para ello?
📌 El segundo plantea el problema más «capitalista», el de la competencia. Si vamos reduciendo los precios para ser más competitivos, llegaría un momento en que tendríamos que dedicar más tiempo (incluso con IA) para aumentar más la producción y tener el precio más competitivo, buscando beneficio en el volumen… 😅
Sí, entre estas dos posturas extremas hay mucho gradiente y quiero pensar que en este está la opción más compensada o correcta; aquello de “en el centro está la virtud”. De forma natural, todo tiende a compensarse, pero lo cierto es que el humano suele tender a los extremos.
Y tú, ¿Te has parado a reflexionar sobre cómo queremos que nos beneficie la IA? Te leo en los comentarios